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Una niña hablando de medioambiente sigue funcionando 21 años después

Hoy hace 21 años que retumbó en las Naciones Unidas el mensaje de Severn Suzuki, y atendiendo a los datos de informes como State of the World 2013 podemos decir que continua teniendo pleno vigor al menos en lo referente al contenido.



Pero ¿y en la forma?...

Quitando el hecho de que la calidad de la imagen supone un "ruido" que habría que reducir en el proceso comunicativo, parece ser que como gancho de atención los niños aún funcionan.

Según palabras de Rodrigo Ron (Director General del Festival Internacional de Comunicación Infantil El Chupete) La utilización de niños -como de perros- en los anuncios de televisión, es un recurso muy manido y poco creativo, pero de un gran éxito contrastado, ya que consigue conmover, hacer gracia o llegar a los sentimientos. Ponga un niño y un perro en su anuncio y enternecerá a la audiencia”, una opinión que se apoya en estudios como .

Esta opinión se apoya en estudios cono El niño, los medios y la publicidad, en el que podemos leer "en diversos estudios realizados por la Asociación de Usuarios de la Comunicación se ha destacado que un tercio de los anuncios emitidos por televisión cuentan con la presencia de menores (anuncios con menores) y en la mitad de ellos la presencia del menor no se justifica ni por ser consumidor del producto anunciado (anuncio de menores) ni por ser destinatario del mensaje publicitario (anuncio para menores). De ello se deduce que los menores se han convertido en un importante factor de valor añadido para enriquecer simbólicamente los productos anunciados. Con su presencia se busca crear una corriente de simpatía hacia el producto anunciado teniendo en cuenta las diversas connotaciones idealizadoras y positivas que el mundo de la infancia tiene para el adulto".

Otro par de ejemplos (intentando compensar planteamientos):



De esta forma nos encontramos con un recurso que nuevamente es capaz de conectar con la parte emocional de las personas, pero que deberemos utilizar con precaución. Os recomiendo leer detenidamente el apartado referente a "Normativa jurídica de regulación publicitaria" del artículo citado anteriormente, del que se pueden extraer algunas recomendaciones:

  • El hecho de que el objetivo de la actividad y el uso de las imágenes pueda ser educativo no exime de las responsabilidades legales ni de la obligación de obtener los permisos correspondientes. 
  • Es imprescindible el consentimiento escrito de madre, padre o tutor/a en el caso de cualquier uso o publicación de las imágenes de los menores. Este escrito además deberá explicitar el objeto y actividad concreta para la que se solicita la difusión de imágenes. 
  • Si las condiciones de madurez del menor lo permiten también es necesario recabar su consentimiento de manera personal
  • Aunque se cuente con estos permisos, no pueden ser utilizadas las imágenes en forma que sea contraria a los intereses de los menores.
  • Y siendo precavidos, si no tienes los permisos oportunos evita que salgan en tus campañas las caras de los niños, siempre puedes jugar con los planos y en último término usar las caras borrosas. 

Finalmente dejo una reflexión abierta. Se supone que este tipo de mensajes funciona para conectar con la parte emocional de las personas, pero me temo que eso no es suficiente ya que el vídeo emitido en 1992 no ha logrado que la mayoría de indicadores de protección ambiental hayan mejorado. ¿En qué nos estamos equivocando?.

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