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La nomenclatura binomial también puede ser entretenida

Cuando Linneo estableció los fundamentos para el esquema moderno de la nomenclatura binomial, evidentemente no tenia ni idea de que en el futuro podría convertirse en un contenido de Educación Ambiental.

Seguramente por ese motivo, su complicación lo convierte en algo arduo que a los profesionales de la comunicación ambiental siempre nos da miedo ofrecer al gran público.

Pese a ello, actualmente somos muchos los que promovemos la irrupción de la ciencia en la cultura popular y en nuestro caso concreto, la ciencia supone una herramienta esencial para que "los individuos y las comunidades adquieren conciencia de su medio y participen en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros".

Personalmente siempre que tengo la oportunidad, planteo en rutas y actividades de interpretación ambiental la importancia de los nombres "científicos", mostrándolos como indispensables para el reconocimiento de valores naturales que frecuentemente reciben una gran variedad de nombres "vulgares".

En esa línea, dejo un artículo de Fernando Pardo titulado "De Linneo a Coitus interruptus". En él hace una aproximación a la nomenclatura binomial desde una interesante perspectiva que puede servir para despertar el interés y la curiosidad de los/as destinatarios de nuestras actividades.

Además os invito a investigar sobre los nombres científicos de la especies que queráis dar a conocer, porque siempre puede ser atractivo saber cosas como que un gorgojo endémico de Castilla la Mancha recibe el nombre de Phrydiuchus quijote, o que un artrópodo característico de cuevas de Castellón y el sur de Tarragona, se denomina Gollumjapyx smeagol.

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